Caminé unos pasos más, y volví hacia donde su persona descansaba. La invité a tomar un café sin ninguna excusa, le dije que la había visto y que no hubiera podido seguir mi camino sin cambiar algunas palabras juntos. El café se nos terminó y tomamos una gaseosa entre los dos, mientras brindábamos por nada en especial y por todo en particular.
La acompañé a su casa, intercambiamos números de teléfono y acordamos en vernos pronto. Al entrar en mi departamento, estaba como dormido, miraba sin ver nada, y la veía a ella por todos los rincones de mi sucia y desordenada habitación. Por respeto a la mujer que hacía poco tiempo había conocido, limpié los rincones de tierra, lavéel piso, y hasta cambié las sábanas de mi cama. No pude detener la veloz marcha de mis pensamientos, y muy pronto la ví a mi lado, conversando de los secretos que sólo la intimidad de enamorados descubre, sus ojos penetrando los míos, mis brazos entrelazándola a ella, y los dos cubiertos de la mejor ilusión. Me acosté sobre el colchón, tapé mis miembros con la frazada e intenté dormir. Pero ella no me lo permitió.Nos soñé juntos, viajando por los rincones del universo, divisé sus labios sobre los míos en un beso que hasta ese momento nunca hubiese imaginado, su piel suave de mujer acariciándome la pasión y los dos cuerpos transpirando juntos, felices y agotados. Me desperté por entre medio del paraíso. Llovía afuera y en mí.
Hola! He visto tu blog y es sencillamente genial
ResponderEliminarTe sigo, ¿devuelves?
Besitos!
MUchasss graciasss :) porsupuestoo
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